Estrés Térmico en Bovinos

Posteado el 14/03/2018

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa – Argentina) brinda a los productores algunas recomendaciones respecto a las instalaciones productivas, a fin de prevenir los efectos adversos del estrés calórico .

El estrés calórico en la vaca lechera se produce en condiciones de calor excesivo, humedad relativa, ambiente elevado y radiación solar intensa, y trae diversos problemas sanitarios y una disminución del rendimiento productivo. Se aconseja a los productores lecheros el control y la prevención a través de instalaciones adecuadas para minimizar los efectos del calor:

- Sombras estratégicamente ubicadas en el corral de espera pre-ordeñe y los comederos.
- Ventilación adecuada en la sala de ordeñe, sea fija o móvil.
- Agua en cantidad y calidad suficiente, contenida en bebederos con capacidad de satisfacer los requerimientos después de cada ordeñe (80 a 100 litros de agua por día en vacas de alta producción).
- Dietas que cubran los requerimientos nutricionales .

Una adecuada adaptación de las instalaciones, que proteja a los rodeos lecheros del calor excesivo, se traduce en una mejor calidad de vida y un mayor rendimiento productivo.

Debe considerarse que la temperatura de bienestar para la vaca lechera, con un valor de humedad relativa ambiente del 60%, oscila entre los 7 y los 28 °C. Si los valores de temperatura y humedad superan su límite de confort la vaca tiene dificultad para disipar el calor corporal.

En este caso, los signos del estrés calórico pueden ser jadeo, salivación excesiva, aumento de frecuencia respiratoria, hipertermia (temperatura mayor a 38,5°C), menor consumo de alimentos, resistencia a desplazarse y problemas digestivos,.

Fuente: Perulactea