Reconfirmar a las hembras preñadas puede evitar abortos
Posteado el 23/10/2018
El aborto puede suceder entre el primer y hasta en el noveno mes de gestación y depende de infecciones que son ocasionadas muchas veces por descuidos en los esquemas productivos de los hatos ganaderos.
Para detectar el aborto en ganadería es necesario hacer diagnóstico de preñez entre 35 y 60 días después del último servicio. Expertos indican que la expulsión del feto generalmente sucede entre el día 42 y el 260 del último servicio.
Según expertos de la Universidad de Antiquia el aborto es una pérdida para el ganadero y el costo de cada día abierto puede variar de $20 mil a $30 mil (en 2017) dependiendo del tipo de producción.
En lecherías, el costo sin incluir la cría es más alto porque incluye el costo de lo que se deja de producir en leche y se incrementan los días abiertos. En ganaderías de cría y carne el costo es menor porque solo se tiene en cuenta la ganancia de peso del ternero que no nació.
Las hembras preñadas deben ser rechequeadas preferiblemente cuando termine el segundo tercio de la gestación, es decir, entre 150 a 180 días después del último servicio efectivo.
De acuerdo con los expertos, el aborto se puede presentar entre el cuarto y el noveno mes cuando el agente infeccioso es la Brucella y el factor principal es el de no haber vacunado contra esta enfermedad. Si es ocasionado por diarrea viral bovina el aborto puede suceder entre el segundo y el cuarto mes de gestación y se presenta por que los animales se infectan o también porque se reutilizó alguna aguja en el bovino.
Fuente: Contextoganadero.com