Nutrirlos desde la concepción
Posteado el 22/06/2018
Darío Colombatto, de la FAUBA, explica los aspectos salientes de la nutrición fetal y resalta qué deben tener en cuenta los productores.
La alimentación de la hembra preñada puede impactar en el feto, tanto en la performance del propio animal, una vez nacido, como en la expresión de algunos de sus genes por varias generaciones.
La nutrición fetal consiste en suplir los requerimientos nutricionales de la hembra gestante para evitar impactos negativos en su progenie. Un ejemplo práctico es suplementar a la madre durante el último tercio de la gestación con un concentrado proteico como pellets de soja, tres veces por semana, a razón de 450 gr/día.
Así, se vio que las hijas tuvieron mayor peso al destete, llegaron a la pubertad un poquito antes y el porcentaje de preñez durante el primer servicio también mejoró. No interesa tanto cuánto pesa el ternero al nacer, sino el peso al destete.
En cuanto a la progenie macho, más allá de mejorar el kilaje al destete, el de la carcasa también fue favorecido, o sea que hubo respuesta 18 meses después de haber suplementado a la vaca.
Fuente: revistachacra.com